El problema es que casi todo el mundo cree que “el tiempo es dinero”. Pero eso es una mentira. La verdad es que el tiempo es infinitamente más valioso que el dinero.

No importa si estás ganando un salario de seis cifras o marcando el reloj todos los días. Mientras sigas cambiando tiempo por dinero, siempre estarás limitado.

¿Por qué? Porque el dinero es un recurso renovable.

El tiempo no lo es. Una vez que se va, se fue para siempre.

Cada minuto que vendes es un minuto que nunca recuperarás.

Es hora de que tomes el control. Si sigues cambiando tiempo por dinero, siempre habrá un techo para lo que puedes ganar. El verdadero poder está en construir algo que te devuelva tiempo y libertad.